18/5/11

Mahler y la nada

En el día que se conmemoran los cien años de su fallecimiento, vamos a recordar a Gustav Mahler con la última música que completó (al menos de forma ejecutable): el Andante - Adagio de su inconclusa Décima Sinfonía. Música que cierra la llamada "Trilogía de la Muerte" (con "Das Lied von der Erde" y la Novena) en la cual se concentran todas la obsesiones existenciales del autor. Este tiempo, destinado a ser el primero de la partitura, abunda en la declaración amor desesperado a la vida que finalizaba la Novena, con la que comparte la misma atmósfera de lirismo "enrarecido". Una ambigua frase de las violas parece buscar una tonalidad a la que aferrarse; le sigue una sección de mórbido melodismo en los violines. Con este material Mahler construye un nuevo Rondó bruckneriano basado en retornos del primer tema de los violines y sucesivas variaciones. Sin embargo, el clímax del movimiento es el completo opuesto a la afirmación de la tonalidad que culminaba los modelos de Bruckner. Aquí la música se extravía en crueles disonancias a las que el quejumbroso pasaje posterior parece incapaz de dar respuesta. Ésta, si la creyó posible el autor, debía haber llegado más adelante pero la muerte lo impidió.

También se encontraba a las puertas de la muerte Dimitri Mitropoulos cuando dirigió este Andante-Adagio, precisamente en una serie de conciertos que conmemoraban el centenario del nacimiento de Mahler. En este caso se empleó la pionera edición de Krenek. Como en todas las interpretaciones de su música que nos ha legado, el mensaje se impone a la modesta toma de sonido. Mitropoulos mira de frente al horror y aunque su tempo es considerablemente lento, nunca suaviza la tensión ni dulcifica el juego del contrapunto. Con él las melodías de los violines carecen de sentimentalismo; habitan en una dimensión espiritual fría, ajena al calor del cuerpo. El clímax estremece como un grito que surge de la nada y a la nada retorna, presentimiento terrible y consolador a la vez.

Adagio-Andante

2 comentarios:

Fogopreso dijo...

La versión completa que circula de Deryck Cooke ¿qué te parece?

Gino dijo...

Pues es la única edición que conozco y la escucho con agrado, particularmente el magnífico Finale, que justifica su edición ya sólo por un solo de flauta maravilloso (no sé hasta qué punto desarrollado por Mahler).

Tengo la versión de Inbal pero me cuentan que la que hay que escuchar es la primera grabada, la de Berthold Goldschmidt.

Saludos.