En esta sección iremos anunciando audiciones de interés disponibles en ese medio de momento inagotable - a ver cuánto tardan en estropiciarlo - que es Spotify.
Comenzamos con un Bruckner digno de todo entusiasmo que me acaban de soplar: el que está grabando el joven director alemán Marcus Bosch con la Orquesta Sinfónica de Aquisgrán (de momento, 3ª, 4ª, 5ª, 7ª, 8º y 9ª). Recordemos que la formación germana fue dirigida en tiempos por Herbert von Karajan. En estos registros, óptimamente captados, muestra un sonido empastado, de un tono sombrío en conjunto (los timbres graves son sólidos y amplios, como corresponde a Bruckner) pero metales de brillo singular, magníficos. Sólo se puede lamentar cierta falta de presencia de los violines en los tutti. La mayor sorpresa, sin embargo, llega con Bosch, quien muestra una afinidad nata por estas Sinfonías. Me comentan que la Octava es superlativa: quien suscribe ha escuchado la Séptima y sólo caben alabanzas. Ante todo, resaltar la ejecución por parte de los metales: una sección majestuosa pero que siempre canta, lo cual es el mejor de los elogios, puesto que supone que existe continuidad y fluidez en el discurso, la línea de canto crece y decrece con sentido narrativo y dramático y se acentúan las frases significativas. El inicio de la coda del primer tiempo es de no creer y el fundamental clímax del Adagio muestra una afinada capacidad para superponer las voces acumulando tensión hasta el punto exacto en que se desencadenan. De nuevo se hace hincapié en que habría sido deseable unos violines con más mordiente durante los tutti: escúchese desde el minuto 15:00 en adelante del Allegro moderato o los contrapuntos de los grandes pasajes de Scherzo o Adagio. En general, sin embargo, todas las secciones de cuerda frasean con lirismo encendido (comienzo del primer movimiento). Bosch no es director analítico según el nuevo uso posmoderno: no está interesado en diseccionar los planos sonoros (por ejemplo, los pasajes con más conflicto polifónico del Scherzo no son nitidísimos) y sí, y mucho, en ofrecer lo importante con la máxima fuerza dramática. Sus tiempos, en esto sí es un bruckneriano "moderno", son relativamente vivos, lo que favorece la respiración del canto.
Comenzamos con un Bruckner digno de todo entusiasmo que me acaban de soplar: el que está grabando el joven director alemán Marcus Bosch con la Orquesta Sinfónica de Aquisgrán (de momento, 3ª, 4ª, 5ª, 7ª, 8º y 9ª). Recordemos que la formación germana fue dirigida en tiempos por Herbert von Karajan. En estos registros, óptimamente captados, muestra un sonido empastado, de un tono sombrío en conjunto (los timbres graves son sólidos y amplios, como corresponde a Bruckner) pero metales de brillo singular, magníficos. Sólo se puede lamentar cierta falta de presencia de los violines en los tutti. La mayor sorpresa, sin embargo, llega con Bosch, quien muestra una afinidad nata por estas Sinfonías. Me comentan que la Octava es superlativa: quien suscribe ha escuchado la Séptima y sólo caben alabanzas. Ante todo, resaltar la ejecución por parte de los metales: una sección majestuosa pero que siempre canta, lo cual es el mejor de los elogios, puesto que supone que existe continuidad y fluidez en el discurso, la línea de canto crece y decrece con sentido narrativo y dramático y se acentúan las frases significativas. El inicio de la coda del primer tiempo es de no creer y el fundamental clímax del Adagio muestra una afinada capacidad para superponer las voces acumulando tensión hasta el punto exacto en que se desencadenan. De nuevo se hace hincapié en que habría sido deseable unos violines con más mordiente durante los tutti: escúchese desde el minuto 15:00 en adelante del Allegro moderato o los contrapuntos de los grandes pasajes de Scherzo o Adagio. En general, sin embargo, todas las secciones de cuerda frasean con lirismo encendido (comienzo del primer movimiento). Bosch no es director analítico según el nuevo uso posmoderno: no está interesado en diseccionar los planos sonoros (por ejemplo, los pasajes con más conflicto polifónico del Scherzo no son nitidísimos) y sí, y mucho, en ofrecer lo importante con la máxima fuerza dramática. Sus tiempos, en esto sí es un bruckneriano "moderno", son relativamente vivos, lo que favorece la respiración del canto.
Se trata de grabaciones del sello Coviello (disponibles en iTunes, pero que se sepa no distribuidas en España)
La mejor manera de comprobarlo es escuchando: Orquesta de Aquisgrán
1 comentario:
Buenas tardes, lindo blog, podrian hablar algo de la historia de la opera en Cuba?, escenarios, telones teatrales pintados por de grandes maestros como Mucha?,maquillajes especificos para cada personaje? primer empresario de teatro en Cuba?, origenes del teatro cubano?
Seria lindo leerlos, los temas culturales y mas de nuestro pais son infinitos.Saludos cordiales.
Publicar un comentario