6/2/07

50 años de la muerte del Maestrissimo

"Toscanini dirige una obra no sólo como dice la partitura, sino como el compositor la había imaginado, aunque su mano hubiera fallado al escribir lo que estaba tan claro en su mente" (Giacomo Puccini)
El pasado 16 de enero se conmemoraron los 50 años de la desaparición de Arturo Toscanini. Convertida en leyenda, su figura empieza a superar las encontradas querellas entre partidarios y detractores.
La continua revisión de su enorme legado discográfico - la práctica totalidad de sus conciertos era grabada - hace ya imposible sostener las tradicionales acusaciones de inhumanidad y baja calidad artística de sus interpretaciones (si no es con evidentes mala fe y obcecación). La polémica entre interpretación subjetiva y la fidelidad al texto se ha suavizado, y hoy Toscanini nos parece un director mucho más personal que la mayoría de los actuales, y sus enfoques tan válidos como los de Furtwängler. Los reproches de sus rivales germanos, quizá irritados por la prominencia de aquel pequeño italiano, o las boutades de Celibidache ("Una fábrica de notas"), han quedado reducidas a lo anecdótico.
Personalmente, he superado recientemente mis prejucios hacia Toscanini (inculcados por las lecturas de ciertos papones de la crítica nacional) y disfruto mucho de su estilo urgente, inexorable y enérgico.
Escuchemos esta extraordinaria versión de la 9ª Sinfonía en mi menor de Antonín Dvorák. Lo fragoroso del discurso (no faltan pequeñas pifias) no impide apreciar la arquitectura de la obra, que en manos de Toscanini adquiere una solidez y un rigor brahmsianos. Especialmente apasionantes las codas de los tiempos primero y cuarto, donde el genio del Maestro se manifiesta con una fiereza telúrica.
Acompañan a esta "Sinfonía del Nuevo Mundo" una intensa "Manfred" de Schumann y el "Passo a sei" de Guglielmo Tell.
Grabación del 24 de enero de 1953.
Disfrutadla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La "Nuevo Mundo" brahmsiana (!); habria que escucharle sus sexta y septima (de Dvorak). Recuerdo la serie de sinfonias de Beethoven por Toscanini: rudas, agresivas, casi primitivas y, en ocasiones, brutales. Versiones muy personales e interesantes.

Anónimo dijo...

¡Muchas gracias Gino!
Por fin podré escuchar sus grabaciones, ya tenía yo ganas.


Saludos.
Pucciniana.