4/1/11

Tesoros en Spotify: "Lieder" de Mahler con Gary Bertini




Esta grabación de Lieder de Mahler, que no se encuentra en el ciclo Sinfónico de Gary Bertini que editó Emi, fue registrada por la WDR a lo largo de 1993. Como todo el Mahler de este director israelí, es de alto interés.

Cuesta un poco acostumbrarse a la voz del joven Quasthoff, caracterizada por sus llamativos cambios de timbre entre registros. Mientras el inferior parece un poco cavernoso, el central es de barítono claro pero un tanto gutural y tan pronto como asciende por el pasaje (nótese en "Verdorre nicht!" en la primera canción del disco) el sonido se estrecha, pierde vibración y se afalseta por falta del sombreado preciso. En algún momento se tiene incluso la impresión de que estamos escuchando un tenor corto (el ascenso de "Wie mir doch die Welt gefällt!" en la segunda). En "Ich hab ein gluhend Messer", con su áspera escritura expresionista, el registro agudo se percibe muy exigido y la emisión abierta resulta un poco chillona para un barítono. La gravedad del ciclo "Kindertotenlieder" se refleja en la tesitura, que resulta más cómoda para el cantante y le permite desplegar su registro más pleno, sombreado y expresivo.

Estos problemas técnicos limitan un poco su capacidad para adelgazar el timbre, pero con todo dice bien el texto y aprovecha incluso sus desigualdades de color para acentuar los cambios de tonalidad y humor. En todo caso es una voz singular que transmite emociones y el intérprete está especialmente afortunado cuando tiene que sugerir un estado sicológico de ensimismamiento y alucinación (sección central "Ich bin ausgegangen in stiller Nacht" de "Die zwei blauen Augen von meinem Schatz") o el desconsuelo de los "Kindertotenlieder". En el primero de éstos su manera de ligar es un poco marmórea, algo que de cierta manera forma parte de su emisión. El cantante transmite un sincero patetismo en "Wen dein Mutterlein" y "Oft denk' ich, sie sind nur ausgegangen". Por la sencillez con que pasa de la gravedad a la ternura, probablemente es en "In diesem Wetter, in diesem Braus" donde más emocionante es su canto (escúchese cómo susurra la última "Haus").