5/9/10

"Rigoletto" en tiempo real. Segundo Acto

A pesar de todo el bombo y platillo de los mass media, la lujosa retransmisión comenzó sin sonido durante un buen minuto y pico, con lo que se perdió parte del recitativo del Duque. A Grigolo volvieron a salvarle las buenas intenciones, la voluntad de hacer algo diferente, pero su tono en dicho recitativo fue plañidero hasta el hastío: una cosa incomprensible contando con la guía de un director como Mehta. La voz siguió pareciendo extraña, por lo menos, pero en algunos pasajes a voz desplegada se perciben posibilidades nada desdeñables; además en el cantabile alternó con gracia sus singulares medias voces. Lo que no parece de recibo es esa forma de respirar, ajena al buen canto, una especie de reaparición del jadeo erótico distefaniano . La extensión parece limitada y ya le cuesta tocar el si bemol con limpieza. De squillo o amplitud ni se habla. En "Possente amor" cantó sin extravagancias y el resultado fue positivo. La señorita Novikova demostró de nuevo que sabe cantar piano, pero sigue en el aire que sepa cantar forte. Al final de la segunda estrofa de "Tutte le feste" resultó endeble en lo vocal y sin carácter. Hay que decir en su favor que la pobre chica aguantó con estoicismo la catarata de sudor y saliva que Domingo le echó encima durante el via crucis que ha pasado en este segundo Acto. Uno se pregunta qué ha ganado y qué satisfacción ha podido extraer este hombre de semejante descalabro. Mientras pudo recitar en la franja central (escena con los cortesanos) la cosa transcurrió dentro de la dignidad, muy empeñado él en poner voz de barítono mediante la emisión esofágica. Llegó la invectiva y la farsa sencillamente se desmoronó. "Rigoletto" no consiste en ver a un señor mayor, por famoso que éste sea, pasando un mal rato; desfondado, expeliendo sonidos inclasificables como musicales, horrísonos, inconexos, ni remotamente parecidos a una línea de canto. Si "Piangi, fanciulla" le sirvió para recuperarse un poco, en la cabaletta prácticamente no hubo voz que se pudiera llamar cantada, carraspeos incluidos. Sin embargo, animoso y temerario como ningún cantante en la historia, se atrevió con el sol agudo de "Cortigiani" y el lab de "Sì, vendetta". Después de lo escuchado, resultaron incluso ofensivos.

2 comentarios:

Fernando dijo...

Me dio la impresión de que Novikova se fue de tono después de bello e fatale. Supongo que fueron los nervios, porque en general ha firmado una actuación muy profesional.

No puedo estar más de acuerdo con el resto del comentario, enhorabuena por la precisión.

Es innegable que los seductores golpecitos guturales de Grigolo aquí y allá son bastante feromónicos...para el oyente :P Veo una voz interesante, un material cálido y juvenil y ciertas intenciones, pero no tiene escuela.
Y no me refiero a ESTA escuela : http://www.youtube.com/watch?v=Vq19NCV6u0g Jajajajaja
Afortundamante, eso se puede mejorar (lo de la extensión lo veo más difícil)


Un abrazo

Varlaam dijo...

No tenía mucha expectación por este Rigoletto: me perdí el primer acto, y casi me encontré por casualidad con este segundo en televisión. No quise oír el tercero. No creo que producciones tan mal hechas como ésta creen mucha afición.

Muy acertados comentarios, señor Gino, aunque el "Laralala" fue también muy pobre de inflexiones, propio de un cantante que está pensando demasiado en la emisión, debido a la edad, la técnica, el cambio de cuerda... Con todos esos problemas, su expresividad, su capacidad para transmitir el personaje, resultan nulos. Y son precisamente esas virtudes las que más se han (he) destacado siempre de Domingo.

¿Para qué seguir? Creo que alguien le debería hacer ver el contraste entre este lamentable (en todos los aspectos) "Rigoletto" y mismamente la película de "Tosca" del 91 que pasaron por televisión sólo una semana después.

VARLAAM