15/5/13

Cuado el talento no basta: Anna Netrebko ante Lady Macbeth.



Según parece Anna Netrebko está decidida a ampliar su repertorio hacia los papeles de drammatico d'agilità, clasificación vocal compleja como pocas ya comentada en estas páginas. De momento conocemos su intención de debutar el diabólico personaje de Lady Macbeth de Verdi. Recientemente se ha podido escuchar su aproximación a la escena de entrada del Primer Acto. Con todas las reservas de una primera interpretación pública, podemos hablar de resultados irregulares. No cabe duda de que estamos ante una voz lírica de excepcional calidad, pero nada segura más allá del do, como ya es conocido y atestigua el uso de algunos portamenti. El timbre es intenso en toda la gama pero demasiado dulce y amable para la página; tiene mucho esmalte pero no el acero que se pide en este personaje. Como casi siempre, la dicción está muy trabajada incluso en zonas incómodas, pero la declamación, la escansión del texto, es de género lírico, no dramático. En pocas palabras, no parece que esté invocando a las fuerzas del mal y augurando un baño de sangre: más bien nos recuerda a los lamentos amorosos de la modistilla Mimí en el dúo con Marcello, el número más exigente de la partitura de Puccini, pero siempre lírico en esencia. Además la habitual respiración defectuosa es un obstáculo musical y dramático: corta varias frases que quedan así desprovistas de ímpetu, aunque mejora algo en la cabaletta, rematada con cierta energía. La coloratura, que en este papel no es adorno sino caracterización, resulta insuficiente como es también usual en esta dotada pero negligente soprano. En definitiva, una interpretación pulida y bonita en sus mejores momentos y creo que con eso queda todo dicho, excepto las reflexiones que pueda suscitar la siguiente audición de otra soprano singularmente talentosa pero más cercana al tipo vocal de Lady Macbeth y, sobre todo, mucho más exigente consigo misma:



 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Sass? Tú te drogas

Anónimo dijo...

De acuerdo contigo, Netrebko no me transmitió nada