4/9/07

Noches de ópera: La Gioconda

........................................................Leyla Gencer......................................................

Vamos reinvindicar modestamente uno de los títulos malditos de la ópera del S. XIX. La Gioconda siempre ha arrastrado el sambenito de vulgaridad, de encarnar los peores aspectos del melodrama, (para colmo anticipando los del género verista, el más escarnecido por los detractores de la ópera italiana) de superficialidad en sus ideas musicales y de ser un mosaico de esquemas repetitivos y ya caducos.

El reparto exige reunir cinco cantantes de primera línea, lo que en los últimos años ha militado en contra de la programación de La Gioconda. No obstante, cumpliendo este requisito las fortalezas de esta ópera se ponen de manifiesto: una escritura lucidísima, representativa del mejor melodismo italiano, llena de efusiones líricas y arrebatos dramáticos. Si bien tanto los personajes nobles como los plebeyos se expresan en muchos momentos de forma parecida, puestos en pie de igualdad por las pasiones que los arrastran - lo que sin duda es un anticipo de la supresión de los tipos vocales áulicos llevada a cabo por el verismo - se puede distinguir en Enzo, Alvise y Laura una mayor adhesión al estilo del Verdi maduro. Mientras, Barnaba canta una canción de pescadores y Gioconda destila sexualidad en sus descensos al grave. La misma riqueza se encuentra en la brillante orquesta de Ponchielli y en sus coros, desde las danzas populares del primer acto al impresionante concertato "Già ti veggo". Incluso el ballet de "La Danza de las Horas" es una música mucho más fresca de lo que la rutina nos ha hecho creer.


Pasamos al reparto de la grabación elegida, que cumple sin fisuras reseñables los requerimientos de la partitura.

Leyla Gencer, voz de soprano lírica de coloratura y por tanto ligera para el papel, saca adelante la imposible empresa mediante un fraseo vehemente y técnica segura. Es cierto que existen desigualdades en el timbre y que los ataques al agudo mediante golpe de glotis pueden resultar repetitivos y forzados. Pero la dicción cincelada y el temperamento eran de soprano dramática, supera las agilidades con seguridad, el rango dinámico es amplio, no hay sonidos exagerados en el grave ni exabruptos veristas. Podemos destacar el conmovedor lamento de final de Acto I y el orgulloso "Suicidio" como principales valores de un retrato femenino completo.

Bergonzi, ya pasado su apogeo, delinea un Enzo romántico y envolvente, sin incurrir nunca en lo meramente hormonal. Aunque por seguridad evita el canto más sfumato de años pasados, la emisión aún fluía con la suficiente morbidez, el agudo se mostraba potente y timbrado, el fraseo seguía siendo infalible. En la escena del bergantín esculpe un "Cielo e mar" de grandes arcos canoros, culminado en apoteosis (ha de bisar la segunda estrofa), seduce en el dúo con Laura y suena autoritario y rotundo en el final de Acto (algo meritorio ante la ferocidad del fraseo de Gencer)

MacNeil no presenta signos determinantes de declive tras 21 años de carrera, aunque el timbre no aparezca tan sonoro como era habitual. Sigue admirando la proyección del sonido por encima del paso, donde asciende como una trompeta ("Sopra la signoria, più possente di tutti" en su monólogo, concluido además con un la bemol digno de sus mejores años) a pesar del oscurecimiento natural de una voz que ya estaba cerca de un barítono bajo. Sin incorporar importantes matices, es un placer escuchar ese fraseo de escuela clásica, sobrio y convincente, lejos de los bufidos de barítonos menos capaces. En la Canción del pescador está fácil, extrovertido, espectacular.

Maria Luisa Nave es una juvenil Laura, sin graves exageradamente poitrinées y segura en la zona alta. Mantiene el tipo en sus encuentros con Bergonzi y Gencer y eso ya nos habla de un fraseo eficaz y una voz importante.

El veterano Carlo Cava, a quien se asocia con papeles cómicos, es Alvise Badoero. Con decir que canta en todas sus intervenciones ya se dice mucho de un papel en el que los gruñidos y las inflexiones declamadas son la norma.

Además se cuenta con la participación de una gloria del canto como fue Fedora Barbieri, aquí Cieca venerable.

Nada que no se pueda perdonar en coro y orquesta, aparte de puntuales estruendos de Patané.


La Gioconda 1972-07-16 Macerata (Italia) - Arena Sferisterio

Orquesta del Festival de Macerata dirigida por Giuseppe Patané

La Gioconda - Leyla Gencer
Laura Adorno - Maria Luisa Nave
La Cieca - Fedora Barbieri
Alvise Badoero - Carlo Cava
Enzo Grimaldo - Carlo Bergonzi
Barnaba - Cornell MacNeil
Zuane - Guiseppe Morresi
Isepo - Athos Cesarini
un barnabotto - Ledo Freschi
un pilota - Elvio Marinangeli
Pueri Cantores di Macerata




¡Disfrutadla!

2 comentarios:

]MeGalOmAnIaCk[ dijo...

Una obra asi merece ser republicada en un blog.... Saludos...

Anónimo dijo...

I wonder if you could re-upload the Gencer-Bergonzi-MacNeil-Barbieri "Gioconda".

Thank you very much and congratulations !