Ya estaba tardando
Gustav Mahler en aparecer por la Barra Libre. Actualmente, Mahler es el compositor que
todos programan, graban y discuten: parece que tras décadas de
incomprensión, su música ha encontrado la mejor recepción posible en la sensibilidad de los tiempos corrientes.
Digo recepción, porque en cuanto a
tradición interpretativa, no conviene olvidar el esfuerzo de unos pocos pioneros (
Walter, Adler, Mitropoulos, Horenstein) que puede quedar sepultado bajo la enorme campaña realizada por
Leonard Bernstein (en CD y DVD) o la
avalancha actual de "grandes batutas" mahlerianas que en cuanto firman un contrato con una discográfica, empiezan a grabar la integral de las Sinfonías.
No obstante, hemos de reconocer que el establecimiento en el repertorio del corpus íntegro de las Sinfonías es un fenómeno más reciente: recordemos a batutas como
Klemperer,
Giulini o
Karajan, que fueron muy selectivos en sus aproximaciones a tan heterogéneo conjunto.
Claudio Abbado ocupa una posición dominante - junto a
Bernard Haitink - en este repertorio en nuestros días. Cada verano, los aficionados esperan sus interpretaciones en el
Festival de Lucerna. Y cada año genera interesantes discusiones en
Foroclásico, donde tiene tantos detractores como admiradores.
No faltará quien deteste esta ejecución del primer tiempo, característicamente pulida, pero sin la suficiente
agresividad en las cuerdas. No obstante, son destacables las
ácidas intervenciones del
oboe, que está magnífico en toda la Sinfonía. Líricas en extremo las efusiones del tercer tema, el que retrata a Alma Mahler. Sólo se llega a meter miedo en la coda (trombones y cuerda grave)
Nos
(1) llega a incomodar la excesiva presencia de las harpas - ¿será la toma sonora? - en el
Andante moderato, donde incluso hace difícil seguir la cantilena de las
trompas. En cambio, echamos de menos los sonidos de la Naturaleza (los
cencerros) en la sección central. No llega Abbado a clavarnos en el corazón esta maravillosa música: se le puede reprochar un
decepcionante clímax.
Mejoran las cosas en el ácido
Scherzo, donde a un servidor los penetrantes metales y maderas le recordaron al
Prokofiev de
Alexander Nevski, del que Abbado es genial intérprete. Espléndidas intervenciones de la
celesta, atravesando el entramado orquestal. Irónico y siniestro el remedo de
ländler del trío, es decir; puro Mahler al fin.
Alucinantes las sonoridades de la introducción de último tiempo; planeó la sombra de
Shostakovich. De nuevo hay que elogiar la labor de metales y maderas.
Diseccionada con enorme
claridad, esta gigantesca forma sonata contiene mucha de la música más
eufórica jamás compuesta por Mahler (paradójicamente o no) y Abbado no decepcionó, pues además de analítica hubo
narrativa. Los golpes del destino sonaron secos como
hachazos (quizá el último no) y la
coda alcanzó una negrura
desesperada.
Espero que la disfrutéis y que merezca comentarios en
Foroclásico.
Gustav MahlerSinfonía nº 6 en la menorClaudio AbbadoOrquesta del Festival de Lucernahttp://rapidshare.de/files/29428242/Abbado_Lucerne_M6.zip(1) Se me perdonará el uso de la segunda persona del plural, que no pretende ser pluralis maiestatis, sino concordiae.
5 comentarios:
The file is damaged and 1st movement is not included
I have checked the link and it works.
Thank you, now is everybody perfect...
Probably a wrong download.
Only a question.... Abbado usually performs the Scherzo before the Andante: the sequence of the movements is right?
Here the Andante is played BEFORE the Scherzo... There's a general agreement to dismiss Alma Mahler's sanction to invert this order.
Por favor, ¿es posible reestablecer el link? ¡Gracias!
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