4/11/08

Madamina, il camelo è questo



Hace un par de días una amable forera, en su bienintencionado empeño en hacerme escuchar grabaciones de cantantes actuales, me hizo llegar la primera pieza del reciente disco de Erwin Schrott.

Este joven uruguayo últimamente está de moda por su matrimonio con la diva mediática de estos días, Anna Netrebko. Nada más sabía de él, excepto que había causado buena impresión en Londres y Valencia con su Fígaro mozartiano.

Precisamente con Mozart se inicia este disco: la esquiva "Aria del catálogo" de Leporello. Apenas escuché unos veinte segundos de la interpretación. Los necesarios para asombrarme de que durante la edición del disco se hubiera dado por bueno el áfono ataque de la primerísima palabra del aria: una "Madamina" tan mal impostada como si el cantante tuviera carraspera de recién levantado. Una vez Schrott encontró su voz, también pude advertir que parecía tratarse del típico timbre de barítono engrosado por una posición decididamente baja. Luego he averiguado que en realidad Schrott pretende pasar por bajo cantante: de hecho en este disco Decca canta las arias de Felipe II y Banquo, entre otras de Verdi. Creo que puedo quedarme sin conocer el resto de la broma.

Schrott es uno de esos llamados "barihunks" ("barimacizos") que últimamente están tan de moda, sobre todo entre el público anglosajón (obviamente). Tipos bastante guapetes y cachitas pero verdaderos diletantes del canto: camelos que aceptan ciertos públicos y promocionan las discográficas. Puedo entender que este hombre sea un cantante deficiente pero como producto resulte comercial. Lo que resulta inconcebible es que el producto ni siquiera se presente en buenas condiciones y se incluya una toma en la que quien inicia el aria apenas parece ser cantante profesional, sino un señor (mi vecino del quinto, por ejemplo) que pone voz de barítono en una cena de empresa (sin duda tras los postres y varias copas). Ya no indigna que se tome al público por ignorante (desde el momento en que se intenta vender a Schrott como bajo cualquier cosa es posible) sino que en una producción de una discográfica como la Decca no exista una sola persona que advierta: "Esta toma no vale". Desde el director de orquesta hasta el artístico, desde el productor al ingeniero de montaje que podría sustituir esa "Madamina" por otra de una toma alternativa.

¿Todos sordos o ignorantes? ¿O simplemente "Quién va a fijarse en eso: se vende igual"?


Madamina, il catalogo è questo

1 comentario:

Ariodante dijo...

Ya es hora de que alguien incida sobre la parte de camelo de muchos cantantes que no serían nada sin el adecuado montaje mediático. También la Netrebko participa de ello, pero lo de Schrott es peor.