14/12/08

Los Peores (III): Ramón Vinay


Ramón Vinay empezó a cantar en la cuerda de barítono pero alguien le sugirió elegir entre "Una carrera normal de veinticinco años como barítono o una gran carrera de diez como tenor". Según parece, el cambio de tesitura no le suscitó ninguna otra reflexión. El instrumento que fabricó podía calificarse de acéfalo, en tanto que el paso hacia el extremo superior ignoraba cualquier tipo de recogimiento del sonido y consistía simplemente en una chapucera prolongación del registro medio baritonal. Naturalmente lo que resultaba era el típico timbre fibroso y opaco, carente del metal que uno asocia a un tenor heroico, pero con la demagógica componente de esfuerzo que en los años 50 pasaba por "dramática" y "verosímil". En sus grabaciones uno escucha, simplemente, al típico cantante verista que abomba a toda costa el centro para obtener más volumen y expulsa grandes cantidades de aire con escaso valor musical.

La falsilla del actor-cantante consagrado por el verismo la rellenó nuestro hombre con el repertorio habitual de sollozos que sustituían la verdadera mezzavoce (es angustioso el conato de asfixia que se le percibe cuando intentaba cantar piano), la dicción estentórea y distorsionada a falta de verdadero legato y la intolerable falta de mesura de quien practica una entrega al límite en cualquier situación, lo requiera o no.

Vinay completó su carrera de un modo más bien oscuro durante los años 60, una vez la falta de técnica se hubo cobrado su prevaricada extensión de tenor y debió regresar a la cuerda de barítono. De los derroteros de su actividad artística son muestra una demencial aparición - ¿habrá registro? - como Dottore Bartolo en el MET (1966) y el triste epílogo (ya en teoría retirado) de un inenarrable Gran Inquisidor en la Severance Hall de Cleveland (1971)

Lo cierto es que el hecho haber protagonizado la grabación de "Otello" de Toscanini le sigue proporcionando prestigio a Vinay. Un prestigio que tiende a evaporarse al escuchar este registro, catálogo de las limitaciones y cambalaches del cantante y paradigma de la escuela que reduce al complejo personaje a un montón vociferante de vísceras. Sobre la elección del maestrissimo se pronunciaba el siempre malévolo Lauri-Volpi: "Toscanini era así. Si era necesario hacía cantar hasta a las piedras. Y las piedras, bajo su dirección, cantaban. Y cantaban bien. Pero cuando él se ausentaba, aquellas piedras volvían a ser a menudo insensibles piedras". El paso por Bayreuth también le ha proporcionado cierto crédito como Heldentenor. En "Conversations with von Karajan", Richard Osborne saca a colación el Tristán que cantó allí en 1952 bajo la dirección del salzburgués. El Maestro despacha la cuestión de forma lapidaria: "Vickers era mucho mejor".

17 comentarios:

Arcadio dijo...

En el canto si bien la voz es imprtante hay otros elementos que pocos consideran y que son igual de importante. Fraseo; según Franco Corelli el baritono-tenor chileno era el mejor fraseador; musicalidad y muchas otras.

Además... cuánto pagaría por sentir una voz robusta como la de Ramón. Te aconsejaría escuchar y leer más antes de escribir post como éstos.

Saludos,
Francisco Marín
P.S. Según Toscanini del Monaco cantaba Otello... Vinay era Otello. Y no sé de dónde salió es frase de von Karajan pues siempre hablaba muy bien del Tristan de Bayreuth.

Gino dijo...

Mi estimado Francisco,

Yo no he hecho referencia ni una vez a la belleza de la voz de Vinay, sino a cuestiones técnicas íntimamente ligadas al fraseo, que no es cuestión de carisma o de dejarse la vida, sino de legato, dinámicas y acento.

Muchas gracias por tu consejo, pero no me faltan horas de audición ni de lectura.

He detallado claramente de dónde procede la cita de Herbert von Karajan.

Saludos.

Arcadio dijo...

Estimado Gino,

creo que te confundes. Podré estar de acuerdo en problemas técnicos de emisión pero no en los problemas de fraseo o de dinámicas, al menos en sus años de tenor, más allá de que tuviese funciones mejores que otras.
Hacer artículos como estos y poner citas no me parece. Si vas a citar también creo que deberías citar en las qua se habla bien de él. La Mödl http://www.diariodeleon.es/se_cultura/noticia.jsp?CAT=114&TEXTO=100000026415 y la Resnik (libro diva) decían que era el cantante que más admiraban y con quien se sentían más a gusto en escena. Bergonzi decía que no había cantado Otello pues no había otro luego de él (más alla de que si creo o no que era un rol para él).

Saludos

Gino dijo...

Estimado Fancisco:

¿Se puede desvincular el fraseo de una emisión que no permitía el verdadero legato ni la media voz (que no el susurro sofocado)?

Yo no lo creo.

¿Quedamos en que no ponga citas o que no ponga las que no te gustan? También he omitido las opiniones de Rodolfo Celletti y Elvio Giudici. Y desde luego son aun menos amables que las mías.

Saludos.

Vissi d'arte dijo...

Bueno bueno bueno, aquí te has pasado. Más que Pumares ya pareces EvaRisto Mejide.

La grabación de Otello le da prestigio porque Vinay era un Otello MAGNÍFICO, y ese Otello es uno de los mejores de la historia. ¿Que Al Pacino sólo fuera un actor magistral en los Padrinos I y II le quita mérito a su creación antológica de Michael Corleone? de eso nulla. Por mucho Toscanini que le hubieras puesto a Galouzine habría seguido siendo insoportable. Y Lauri Volpi murió a causa de morderse la lengua, que lo sepas.

Deje usted en paz a Vinay o le llenaré el blog de comentarios spam sobre Plácido :P

Gino dijo...

Magníficamente gritado.

Vissi d'arte dijo...

Mira Gino, si Vinay gritaba no sé cómo le llamarás a lo que hacía tu admirado Del Monaco. Vinay, además de tener un timbre precioso, seguía la partitura al pie de la letra (y en esto te recuerdo que me diste la razón una vez: me preguntabas quién era el único que había cantado creo que el "Dio mi potevi" como estaba escrito, pensando en el espantoso Vickers, y yo te puse un video de Vinay que ni recordabas y dijiste que era verdad), y como intérprete es excelente, lleno de matices y con la voz poderosa que requiere el personaje.

Que no te guste te lo admito, a mí tampoco me gusta Del Monaco aunque haga un "Esultate" espectacular, pero que lo pongas como uno de los peores me parece no sólo exagerado, sino falso. Y Vickers graznaba.

Gino dijo...

Papagena;

Cuando digo gritar no me refiero a cantar muy alto, sino a la calidad del sonido en sí. Y Vinay ni sabía cubrir el pasaje de tenor, que ignoraba, ni enmascaraba el agudo que no tenía. Por estas razones su timbre se sofaca, en vez de brillar, se hace opaco, sin ninguna calidad metálica, paupérrimo de armónicos porque no resuena donde debe resonar una voz de tenor. Eso, no cantar alto, es gritar. De del Monaco se pueden decir muchas cosas, pero nunca que gritara.

Creo que debería estar claro.

Esa interpretación que citas (que es con Cleva y está en el Youtube) es bastante válida, pero creo que también te dije que algo tramposa porque siempre que canta piano es a base de "tragar la voz" para amortiguarla en la garganta. De andar por casa.

Vickers era un srtista que poseía un sentido de la mesura que los diletantes del darlo todo (como Vinay) nunca tendrán.

Yo también anduve una temporada engañado con la demagogia de Vinay, pero se me pasó rápido. No pierdo la esperanza contigo.

Feliz Año.

Vissi d'arte dijo...

Igualmente, salao :-P

Mantoval dijo...

¿Qué dice Celletti de esto?, se van a quedar con las ganas...pero creo que nada bueno...jejeje

Gino dijo...

"Una specie di dilettante".

Saludos.

Ricardo Marcos González dijo...

Hola Gino:

Magnífico blog. Me he permitido poner un enlace a este desde el mío.

Mi primer correo será para discrepar en cuanto a Vinay, quien jamás merecería estar entre "los peores". Vinay canta "Otello" dentro del molde de Tamagno sin tener un tercio superior tan brillante. A diferencia de lo que mencionas en tu artículo me parece que Vinay es un artista de diversos matices y esto contrasta con el canto bien colocado y brillante pero monocromo y constántemente fuerte de Del Monaco (un cantane muy admirado por mí). El énfasis que Vinay imprime a su registro alto cuando lo sostiene me recuerda a Fischer-Dieskau y traiciona sus orígenes de barítono. Vinay está lejos de las exageraciones de otros otellos como el insufrible McCracken. Valdría la pena que escucharas a Tamagno a fondo pues sus grabaciones revelan que los énfasis veristas no eran ajenos a su arte. Su ductilidad le permitía cantar los trinos y decoraciones que Verdi escribió en su partitura.

Arcadio dijo...

Estimado Gino,
si bien pocas veces Vinay hizo una mezza voce si poseía un legato de excepción. Escucha por ejemplo su Don José o Siegmund.
También conozco las opiniones de Celletti como de otros críticos pero con las que habías citado antes creí que bastaba.
En todo caso no me intresa para nada lo que decía Celletti, una persona llena de odio; un cantante frustrado.

Saludos,
Francisco

Gino dijo...

Arcadio: Bajo mi criterio, sin lograr igualdad entre registros, empujando el sonido, cuando no se canta sobre el aliento: no puede haber legato. El Siegmund de Vinay me parece unilateral y tosco.

Con todo, decenas de críticos siguen teniendo en cuenta al "cantante frustrado" (que jamás en su vida pensó en ser cantante) ya sea para plagiarlo, citarlo o intentar rebatirlo.


Ricardo: la imagen de Tamagno nos llega borrosa y en declive en sus grabaciones, pero el hecho de que dos de sus papeles más importantes fueran Raoul de Nangis y Arnoldo debería eliminar cualquier tipo de relación con Vinay. El tenor dramático italiano - de Muro, Slezak, Piccaluga, incluso Lauri-Volpi - no era un tenor corto.

Coincido en que McCracken era aun peor. De del Monaco se pueden decir muchas cosas, pero tenía su voz resuelta.

No entiendo bien eso de los "trinos y decoraciones" de Otello. Creo que es el papel de tenor de Verdi con escritura más silábica, más despojada de vocalizaciones.

Saludos a ambos.

Ricardo Marcos González dijo...

Al emplear el término de "decoraciones" no era mi intención implicar el que la partitura estuviera llena de estas pero el hecho es que a pesar de la escritura depurada de la ópera Verdi emplea una serie de apoyaduras elegantes como al final del "Esultate" en "l'uragano" momento que da serios problemas a los tenores. Tamagno canta otra apoyatura al final de "Ora e per sempre" en "e questo el fin" no recuerdo si esta última está en la partitura.

Tamagno no era un tenor corto como Vinay pero el matiz que imprime al papel es emulado por Vinay a diferencia de DelMonaco, técnicamente más seguro pero menos interesante como intérprete que Vinay.

Gustavo Monastra dijo...

Perdonen, pero sin dudas fue uno de los tenores wagnerianos más grandes. Y mucho más grande que el magistral Vickers, aunque Karajan dijera lo contrario: Karajan era un gran director, pero no sabía tanto de canto.
Vuelvo a las famosas palabras "chi suona stona, e chi non suona critica".

Diana Vinay Hernández dijo...

Interesante discusión, creo es la que tiene más comentarios... =) gracias por su apreciación hacia la depreciación del autor del blog, y en este caso, sobre el tema abordado. Independientemente de los puntos de vista, la cualificación sobre "peor" evidentemente es sesgada, ya que no realiza un análisis equitativo utilizando diversos aspectos que leo utiliza en otros casos, evidencia de que el posteador, cuando así lo desea, realiza análisis con suma profesionalidad, tal y como le exige a Ramón Vinay en su desempeño. Me suena a crítica irrelevante para alguien a quien, con todo y todo, ya ha pasado a la posteridad, en fin, deseo fervientemente que sirvan sus escritos a las nuevas generaciones en cuanto a la profesionalización del área. Saludos cordiales. Diana Vinay