11/4/06

Un repaso a una representación histórica de Otello


Otello
MET, 1938
Otello- Giovanni Martinelli
Desdemona- Elizabeth Rethberg
Iago- Lawrence Tibbett
Dirige Ettore Panizza


Siguiendo los consejos de un gran conocedor de las grabaciones del primer tercio de S XX, que me aseguró que la restauración de la grabación era óptima, he adquirido esta edición de Naxos. El sonido procede de una retransmisión radiofónica de una función del MET, en 1938.

Vaya por delante que el trabajo de Ward Marston es excelente, teniendo en cuenta las fuentes con las que contó. Las dinámicas de la grabación son excepcionales.

Martinelli, llamado por muchos el Príncipe de los tenores, desarrolló una carrera amplísima en el MET, más de 25 años, empezando con papeles líricos y heredando al fin los papeles más dramáticos de Caruso, cuyo repertorio puede decirse que se repartió con Gigli.

De alguna forma, acometer Otello para Martinelli fue su forma de dar por finalizada su carrera, más que una ambición enciclopédica que llevó a otros tenores posteriores a cantar el imposible papel: pensemos en los fiascos de Bergonzi y di Stefano, o el digno pero imposible intento de Pavarotti.

Había algo de estridente en la emisión de Martinelli, y después de una larga carrera haciendo los papeles más pesados, su voz ya acusaba cierto desgaste, notándose sonidos fijos y planos. Sin embargo, encontramos aún una voz importante de spinto, de tonos sombríos en la zona grave y bastante clara en la alta, donde las sonoridades son fulminantes y dotadas de squillo. El intérprete, dado a los arrebatos veristas, sin embargo respeta muchas de las interminables indicaciones de la partitura, acercándose a una expresión íntima en el gran dúo del Acto I, con una voz más flexible de lo que Mario del Monaco nos acostumbró a escuchar: no hay cañonazos en las bellísimas frases "E tu m'amavi per le mie sventure / ed io t'amavo per la tua pieta", lo cual es elogiable. Como casi todos, no se arriesga a terminar el dúo apianando la serie de Lab3, que salen limpios y brillantes. En el debe, con el artista en frío, un “Esultate” forzado, donde nos hurta el si natural3.

Es muy de agradecer que en el Acto II, donde tantos tienden a mostrar un Otello ya ofuscado desde el principio, reserve las grandes demostraciones para cuando se requieren. Se muestra diplomático, ésa es la palabra, en su conversación con Iago, poco a poco crispándose (el temible ascenso al si natural de “Amore e gelosia vadan dispersi insieme”, bien resuelto), e impresiona en sus difíciles frases del conjunto con Desdémona. A partir de ahí hay un cambio más notable y aparece el hombre loco de celos. Muy bien respetado el comienzo de “Ora por siempre”, ligando el la natural anterior. Es una página temible, que exige un control de la respiración absoluto que Martinelli, con más de 50 años, supera como pocos, luciéndose en las últimas frases, que culminan con un sib3 sostenido a placer. En el posterior intercambio con Iago, escuchamos a un hombre aterrorizado cuya única salida para superar su miedo es la violencia. Los “Sangue!” suenan demasiado veristas, pero impactan. La necesaria bravura está presente también en “Sì, pel ciel”, (1) con los sib3 campaneando en lo alto y el attacco da sotto prescrito por Verdi al la natural (“Dio vendicator!”) Posiblemente, el nivel alcanzado en este dúo, sea el momento vocal culminante de la presente grabación: sólo del Monaco y Warren harán algo parecido.

En el Acto III, de nuevo Martinelli hace gala de inteligencia en el fraseo del dúo, sucediéndose cortesía, furia e ironía. Lástima la carcajada que suelta tras las protestas de Desdémona. Disculpable, ante tal variedad en la expresión, el truco en el pasaje que culmina en do4. Está contenido en “Dio, mi potevi”, sin ninguno de esos chillidos o sollozos con que salpica Domingo esta página definitiva. Con un fraseo sobrio pero intenso, resaltando la palabra “angosce” y manteniéndose en el canto piano (casi nadie respeta el pppp de Verdi). Con algún problema en la gran frase “L’anima acqueta”, donde no apiana, sin embargo la construcción del ascenso al Sib3 es magistral, y de nuevo sostiene esta nota contra el fortissimo orquestal para delirio del público. A estas alturas, el retrato del hombre destruido y exasperado está casi completo. Hay que hacer notar que en ningún momento Martinelli quiere transmitir la impresión de que Otello sea una bestia, contrariamente a lo que un sucedáneo actual como Cura ha declarado. Su interpretación de un mercenario que además es delegado del Dux en Chipre es creíble, no hay nada altisonante o vulgar. Escuchamos a alguien habituado a tratar con los nobles de la Serenissima. Esto se ve en su “Messeri! Il Doge mi richiama”, donde poco a poco el Gobernador de Chipre se derrumba, dejándose escuchar el hombre que lo ha perdido todo.

Y es así como aparece Otello en el Acto IV, tras ese terrorífico preludio en la cuerda grave. Martinelli se aleja de toda demagogia cuando anuncia a Desdémona su intención de matarla: suena frío como un verdugo. En “Niun mi tema” canta (sí, canta) con solemnidad, y quizá se eche de menos mayor interiorización, aunque el alejamiento de cualquier gesto vociferante nos permite darnos cuenta de que Otello ha vuelto al estado de ánimo del comienzo de la acción: un hombre enamorado. Lo cual forma parte de la grandeza de la ópera. Justo cuando mata a Desdémona, Otello vuelve a amarla con esa intensidad insoportable que le subyugó en el Acto I. Los sollozos no escritos no son molestos y se pueden aceptar en el contexto de una representación en vivo. Lo importante es que transmite, apoyado en una emisión clara y flexible, lo mismo que cuando cantaba en el primer acto: “Venga la morte! E mi colga nell’estasi di quest’amplesso il momento supremo” El retrato, ya, está completo.


En cuanto al resto del reparto, destaca Lawrence Tibbett, una de las más gloriosas voces de barítono del siglo XX. El Yago de Tibbett no le va a la zaga a Martinelli en cuanto a intención, rotundidad vocal y musicalidad. Impresiona el poderío de la voz, timbrada, amplia y homogénea. Pero también la maestría para aligerarla y buscar sonoridades muelles, sin dejar de proyectarla correctamente. En este sentido, pocos se habrán acercado a su racconto “Era la notte”, donde los piani, el fiato y el control de sus medios se ponen al servicio de una expresión insinuante y sutil. Es inolvidable como el barítono muestra las múltiples caras del maquiaveliano personaje: correcto y gentil en público, todo un caballero; servil pero intrigante con Otello, casi siempre con tonos suaves; agresivo cuando entona su Credo, y también en la escena del juramento, donde iguala la bravura de Martinelli. El fraseo tiene momentos memorables: “Temete, signor, la gelosia”, “Lo vidi in man de Cassio”, entre otros. Como excepcional es el estilo genuinamente verdiano, hoy ya perdido.

(1) Para ser solidarios con la causa de Naxos, que sólo por 12 miserables eurillos edita este Otello fabuloso, no pongo en la red más que este fragmento. Espero que lo disfrutéis.
http://www.megaupload.com/?d=NSLAO3WO

Cont.-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola...

bueno estoy recien escuchando partes de la version de otello de martinelli y resultante fascinante , un excelente otello que no es de gran renombre debido a lo antiguo que resulta ser ademas de las grabaciones de no muy buena calidad. hay algo q no me gusta en tus comentarios respecto al otello de di stefano , es un otello muy al estilo de di stefano se va en muchos excesos pero eso no lo hace ser un fiasco sino muy excesivo en lo dramatico lo que resulta en ocasiones bueno. el otello de pavarotti si que es un fiasco quiza se va al otro extremo de lirismo y muy superficial en lo personal no me gusta mucho pavarotti. el de bergonzi no lo he escuchado mas que su dio mi potevi scagliar que no me gusto. hace muy poco he tenido el gusto de ir a ver otello con david rendall , veronica villaroel y frederik burchinal. para los cantantes que existen ahora que no son tan buenos como los del siglo pasado resulto ser un buen otello y eso encendio mas aun mi pasion por otello solo me faltaba verla para fascinarme mas con él...
los mejores otello son sin duda martinelli , (me gustaia escuchar a filippeschi , solo he escuhado partes )ramon vinay , mario del monaco, jon vickers(aunque no tanto ) y finalmente placido domingo. sin duda, hay para todos los gustos pues se ha abarcado de distintas y excelentes formas . hay algo q quisiera comentar respecto a una parte que me fascina , me hipnotiza jaja en el 3º acto cuando otello se vuelve ironico diciendo "datemi ancor le burnea mano..." al terminar eso suena la orquesta de una forma impresionante me gusta en especial como lo dirige karajan en una version con la freni y vickers...

eso nada más. pasare mas segudo por tu blog pues me parece interesante soy de chile un pais de un gran otello vinay jaja..
adios te felicito por tu interesante blog.

Gino dijo...

"es un otello muy al estilo de di stefano se va en muchos excesos pero eso no lo hace ser un fiasco sino muy excesivo en lo dramatico"

Lo dramático es escucharlo: no da una nota, se le olvidan el texto y la música, no puede con los agudos... por no hablar de estilo verdiano, que le fue ajeno siempre.
Un fiasco.
Si eres admirador de Pippo, flaco favor le haces defendiendo este papel. Hasta los más tifosi prefieren olvidarlo.

La voz de Pavarotti, de lírico pleno, no tenía la robustez, ni el color baritonal, ni estaba cómoda en la tesitura (grave) del Moro. Sin embargo, se puede decir que no existe en su interpretación escamoteo en las notables exigencias de la partitura; son afrontadas con firmeza, autoridad y buenos resultados. Escúchese el Esultate!, o la bravura exhibida en Sì pel ciel.

Gracias por tu interés.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola nuevamente


tienes razon respecto a eso que dices sobre di stefano pero sin duda me parece agradable en ocasiones. me gustaria saber si tienes msn para poder hablar mas ,ya que, no puedo conversar mucho sobre mi pasion la opera ademas tan solo tengo 15 años y no conozco gente que se interese tanto por la opera o musica clasica... me gustaria poder escuchar esa version de otello con del monaco y vinay ha de ser interesante pero no la he podido encontrar en ningun lado.

adios

Gino dijo...

Ponme un correo: iglesiascavicchioli@hotmail.com

Un joven aficionado siempre es bienvenido.

Échale un vistazo a los links que pongo en la columna "vínculos". Hay un par de foros en español.

arcady dijo...

¿seria posible reponer este link? Hace muy poco que lo vi y no alcance a descargarlo, y soy una fan de Pavarotti