A petición del público de
Foroclásico, subo unos ejemplos de dos grabaciones de esta soprano estadounidense
La Fleming posee una voz homogénea, cremosa, bien timbrada, sensual, y de cierta extensión e importancia. Ocasionalmente aparecen entubamientos y alguna estridencia. La artista se ha empeñado en acometer papeles del
bel canto italiano, a pesar de sus carencias para el género, que provienen de algunos amaneramientos - ciertas inflexiones tipo
Broadway - y de un canto de agilidad no enteramente resuelto. Lo que mejor le queda es el
repertorio francés, el
eslavo y
Strauss. Su
Thäis y su
Rusalka son magistrales, ninguna soprano de los 90 en adelante puede presumir de tener grabaciones tan excepcionales: lo que se escucha es una cantante en plenas facultades canoras y artísticas, una verdadera
diva.
De
Thaïs de
Massenet, toda una recuperación de una ópera desatendida, ofrecemos la escena donde
Thaïs canta su loa al placer para indignación de
Athanaël ("Qui ti fait si severe?", uno de los motivos conductores de la partitura), aquí un sólido
Thomas Hampson. Tras el encuentro con el predicador del desierto, Thaïs reflexiona sobre su propia belleza ("Ah! Je suis seule... Di-mois que je suis belle") Finalmente, la conclusión con la cortesana expirando en brazos de Athanaël. Música embrigadora que recupera la
Meditation religeuse como símbolo del tránsito cruzado de ambos personajes entre el mundo sensual y el espiritual. Aquí los dos artistas están inmensos.
Por otro lado, tenemos el final de
Rusalka de
Dvorák. La ninfa acuática se despide de la vida entre los humanos tras morir su enamorado, el Príncipe. La emotiva música del maestro checo, mágica, evocadora, encuentra en Fleming el vehículo ideal. La acompaña un tenor hoy de nuevo en horas bajas,
Ben Heppner, que entonces lucía una voz de lírico-spinto bellísima, timbrada y fácil en el agudo.
Disfrutadlo.
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